en ese corazón tan pequeño no te cabe ni mi ropa interior con esas manos tan pequeñas, más pequeñas que la catedral de aquella ciudad con esos ojos diminutos no me ves llegar gírate y verás ey, tú no te equivoques que tú no me das miedo en ese corazón tan pequeño no te cabe ni mi ropa interior con esas manos tan pequeñas, más pequeñas que la catedral de aquella ciudad con esos ojos diminutos no me ves llegar gírate y verás ey, tú no te equivoques... que tú no me das miedo...