Cuentan de un lugar prohibido,

donde el viento es frío y el sol está escondido.

La Montaña del Silencio llama a los valientes,

pero pocos han vuelto con la mente presente.

Caminos de piedra, sombras que caen,

te invitan a seguir, aunque no te amen.

Dicen que al llegar a la cima,

lo que ves te devora, te aniquila.

La Montaña del Silencio,

guarda un secreto feroz,

donde las almas se pierden,

sin nunca escuchar su voz.

Te atrapa sin que lo veas,

te arrastra sin compasión,

la montaña solo escucha,

el eco de tu rendición.

Muchos la escalan buscando verdad,

pero en sus sombras solo hay soledad.

Los que subieron jamás regresaron,

dejaron sus miedos y nunca hablaron.

Miedo no es lo que ves en su piel,

es lo que llevas guardado en tu ser.

La montaña es un espejo cruel,

donde tu reflejo te quiere vencer.

La Montaña del Silencio,

guarda un secreto feroz,

donde las almas se pierden,

sin nunca escuchar su voz.

Te atrapa sin que lo veas,

te arrastra sin compasión,

la montaña solo escucha,

el eco de tu rendición.

Pero el silencio no viene de fuera,

es tu propio grito el que te desespera.

No es la montaña la que te va a tomar,

es tu lucha interna la que te hará escapar.

La Montaña del Silencio,

no es más que el reflejo,

del dolor que te hace callar.

No es el fin, ni la condena,

es el miedo a enfrentar la verdad.

La montaña nunca fue real,

la lucha siempre estuvo en tu lugar.

En tu lugar...